Tu primera comida del día puede ser el inicio de tu salud muscular o de su pérdida silenciosa.
¿La clave? Al menos 30 g de proteína por comida.
Eso activa la síntesis muscular gracias a la leucina, un aminoácido esencial que tu cuerpo necesita para construir músculo.
El error común: comer muy poca proteína en la mañana y toda hasta la cena.
¿Resultado? Mayor riesgo de sarcopenia (pérdida de músculo), que no solo afecta en la vejez empieza desde jóvenes.
Lo ideal: Desayuno con 30-50 g de proteína,
Cena con la misma cantidad,
Huevos, pescado, carne, pollo, tofu, o proteína en polvo de calidad,
Menos masa muscular =
Metabolismo lento,
Más riesgo de caídas,
Menor energía,
Envejecimiento acelerado,
Cuida tu músculo y te estás cuidando a ti.
No es comer más, es comer mejor.